Apego: Vínculo afectivo entre padres e hijos
La forma en que se vinculan padres e hijos
es determinante en la formación de la personalidad del menor.
El apego es el vínculo que establece el niño con las personas
significativas de su vida desde el nacimiento. Es la forma en la que el niño se
vincula afectivamente con otra persona de manera intensa por medio de la
interacción. El niño desde el nacimiento comienza a relacionarse con sus padres
y busca su protección. El apego hace que el menor sepa que el padre o la madre estarán
ahí de manera incondicional lo cual le proporciona consuelo y protección.
El apego es el lazo afectivo que se forma entre el bebé y las personas
de su núcleo familiar, con el objetivo de buscar el contacto físico y emocional
a lo largo de su vida que le proporcione seguridad emocional. Sin embargo,
cuando el niño se siente amenazado o inseguro, ésta relación se altera
provocando una unión más fuerte en la que el niño no desea separarse de la
madre por la inseguridad que siente al estar lejos de ella.

Al nacer el apego es inherente en la relación madre - hijo(a). Tenemos
necesidades básicas como las fisiológicas (comer, dormir, etc...), de juego y
de establecer vínculos afectivos. El apego esta dentro de éste último tipo de necesidad.
Los vínculos afectivos son una necesidad que forma parte del desarrollo de un
niño recién nacido. Si esta necesidad no es satisfecha, el niño, adolescente,
joven o adulto sufrirá de "aislamiento o carencia emocional".
Cuando hablamos de apego no nos referimos a la protección de la madre
sino al vínculo afectivo entre madre e hijo que le dará seguridad para
propiciar en un futuro su autonomía. Actualmente, los padres participan más
activamente en el cuidado de los hijos, por lo que también forman este vínculo
que fortalecerá emocionalmente al menor durante su desarrollo.

La etapa de mayor apego se da entre el año y los 2 años de edad. Esta
etapa coincide muchas veces con la entrada del niño a guarderías, estancias
infantiles o al maternal. En esta etapa el menor ya reconoce a las personas de
su núcleo familiar y rechaza a los extraños. La cercanía con personas que no le
son familiares al niño le causa angustia. Al principio el menor sentirá
confianza de acercarse a personas extrañas únicamente si los padres están
presentes. Poco a poco se debe favorecer la separación del niño con los padres.
Al ingresar a la escuela se debe coordinar con la misma la óptima integración
del menor para que el niño sienta tranquilidad. Es muy importante esta integración
porque en este momento el niño empieza a convivir con sus iguales, dejando de
ser el centro de atención, como es con su familia. El niño aprenderá así a
formar relaciones interpersonales con personas ajenas a su familia, como son
sus compañeros y maestros.
El apego desde el nacimiento hasta los 6 años se da principalmente con
personas del núcleo familiar o personas muy cercanas al menor. Posteriormente
existirán diferentes apegos a lo largo de la vida, como es con la pareja, los
hijos, entre otros.
Es necesario favorecer también las relaciones del niño con familiares
cercanos, abuelos, tíos y primos para ir ampliando las interrelaciones
familiares y apoyando las competencias sociales de nuestro hijo(a).
Diferencia entre el apego y la simbiosis afectiva
Es bueno favorecer el apego más no la simbiosis afectiva. En el apego se
forma un vínculo en el que el niño sabe que la madre lo quiere, lo apoya y lo
protege pero en el que “tu no dependes de mi para poder existir y vivir, y yo
no dependo de ti para poder existir y vivir”, la relación es fuerte, existe un
amor recíproco y libre que genera independencia.
En cambio la simbiosis afectiva es la relación estrecha entre dos
personas que “no pueden vivir el uno sin el otro”, es decir, crea
dependencia entre ambos individuos.
Las relaciones con simbiosis afectiva son muy intensas pero un tanto
egoístas. Son relaciones dependientes, inseguras, posesivas, y a la hora de
separarse uno o ambos de los sujetos son incapaces de seguir su vida
normalmente. En pocas palabras, uno de los participantes de la relación tiene
más necesidad que amor por su compañero. Ocurre lo siguiente: “te quiero porque
te necesito”.
Los invito a revisar el siguiente enlace: APEGO
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