Cuidando al cuidador…
En muchas ocasiones la
persona que cuida a un familiar con discapacidad, invierte tanto tiempo y dedicación
a esta tarea, que se olvida de cuidarse a sí mismo. Lo anterior puede llevar al
agotamiento, cansancio, estrés e incluso provocar problemas de salud.
Además, también es frecuente
que el cuidador, tenga otro trabajo que también le requiere tiempo y esfuerzo, quedándole
muy poco o nada de tiempo para sí mismo, o simplemente para descansar.
Para asegurar el bienestar
del cuidador y disminuir el estrés y agotamiento que provoca este trabajo, se
pueden tomar en cuenta las siguientes recomendaciones.

Permita que otros familiares apoyen en el cuidado de la persona con discapacidad. Frecuentemente se piensa que nadie cuida mejor que uno mismo, (y aunque así fuera el caso), usted requiere de descansos y distracción para poder continuar cuidando con calidad a la persona con discapacidad.

Es bueno considerar uno o dos periodos de vacaciones al año con sus amigos o familiares, dejando el cuidado de su familiar con discapacidad a otra persona. Esto le permitirá relajarse y renovará su estado de ánimo. Asimismo a él o ella también le beneficiara estar con otra persona y el cambio de dinámica, propiciando que no sean tan dependientes el uno del otro. Independientemente de estos periodos, en otras ocasiones también puede viajar con él. En caso de no tener un familiar que nos apoye, existen otras estrategias, como informarse en hospitales y escuelas que ofrecen este apoyo, siempre asegurándose que estará con personas responsables y que cuidarán de él o ella adecuadamente.
Existen grupos de apoyo para compartir sus inquietudes con quienes podrás intercambiar sus dudas, preocupaciones, alegrías y éxitos. En estos grupos también pueden tener actividades para su hijo(a), favoreciendo las interrelaciones sociales de ambos. Los grupos puede encontrarlos en las escuelas de atención especializada, hospitales, redes sociales electrónicas, especialistas, padres de familia de otros niños con discapacidad, deportes, entre otros.
Los amigos, los familiares, los hospitales de atención médica, los grupos de apoyo, los servicios comunitarios de personas, etc., pueden participar en el cuidado de su familiar en lo que usted toma un merecido descanso. En este caso, debe indicarle a las personas que cuidarán de su familiar con discapacidad de los cuidados que requiere, si es alérgico a algo, qué lo enfada, que le agrada, sus rutinas de sueño, etc., para asegurar la atención adecuada de su hijo(a).
Si viajan ambos o toda la familia, pregunte qué apoyos tiene el lugar que visitará para las personas con discapacidad. Por ejemplo, si hay rampas para bajar a la playa y dentro del hotel, o en los lugares de diversión como parques recreativos, cines, teatros, entre otros. Aunque pensamos que así debe ser, muchas veces nos encontramos con que no todos los lugares públicos cuentan con las adaptaciones necesarias para las personas con discapacidad (ver artículo barreras).
Si alguien pregunta qué tiene su familiar (los niños muchas veces son más abiertos para preguntar esto), si él o ella puede responder es favorable que lo haga, si no responda usted. Esto contribuye a aceptar hablar con naturalidad de la discapacidad y favorece la integración social.
No olvide propiciar la independencia en lo posible de su familiar. Existen muchas actividades que él o ella puede realizar por sí mismo. Es importante no sobreproteger (ver artículo sobreprotección) y educar a nuestro hijo como a cualquier otro, estableciendo las normas y límites necesarios para su educación (ver artículo límites).
Es muy IMPORTANTE no
olvidarse de usted. Es muy agotador cuidar de una persona con discapacidad.
Debe cuidar su salud, descansar, hacer ejercicio, comer adecuadamente y buscar
momentos para llevar a cabo actividades que le gusten o intereses personales,
cuidar relaciones sociales con sus amigos, etc., mejorando así su calidad de
vida. Esto hará que usted este sanó y cuidara mejor de su familiar.
Es muy importante darle a cada miembro de la familia su espacio. Asimismo es
necesario que no se rompa la relación de pareja: se debe cuidar seguir teniendo
tiempo exclusivo de la pareja para paseos, momentos para hablar sobre ambos (NO
de los problemas o de los hijos) y conservar una buena comunicación. También es
importante que cada padre se dé un espacio para compartir con cada hijo por
separado. De acuerdo a su edad todos deben participar en el cuidado del
familiar con discapacidad. Además también es muy importante no restar atención
o cuidado a los hermanos del niño con discapacidad (ver artículo El hermano del niño con discapacidad).
Si usted se enferma, atiéndase, CUÍDESE, vaya al doctor, tome sus medicamentos, etc. En ocasiones el cuidador le da menos importancia a su salud y por desgaste o cansancio llegan a enfermarse. Es muy importante que cuide de su salud para tener una buena calidad de vida y para estar en buena condición para poder cuidar mejor de la persona con discapacidad.
Y… sea feliz.
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