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domingo, 29 de septiembre de 2013

¿Cómo tratar el tema de la sexualidad con mi hijo?


¿COMO TRATAR EL TEMA DE LA SEXUALIDAD CON MI HIJO?
 

 
¿A qué edad debemos hablar de sexualidad con los hijos?



¿Cuál de los padres debe abordar el tema?



Son muchas las preguntas que nos hacemos y algunos padres de familia incluso planean la manera de como educarán al respecto a sus hijos. Sin embargo, cuando llega el momento de tratar este tema, se les hace difícil hablar con ellos. Inclusive cuando el niño pregunta algo que tiene relación al tema de sexualidad, algunos padres evaden la respuesta o dan respuestas ilógicas como podría ser que a los niños los trae la cigüeña o que vienen de París.


El sexo es el conjunto de características anatómicas y fisiológicas que hacen diferente al varón de la mujer y que al complementarse, tienen la posibilidad de traer un nuevo ser al mundo (Ministerio de Educación, 1997).

La sexualidad inicia desde que nuestros niños nos preguntan porque es niño o niña, porque su papá es su papá, o porque papá besa en la boca a la mamá. Las respuestas deben ser claras y acordes a la edad del niño, siempre concretándose sólo a la pregunta, evitando dar respuestas muy largas que irán involucrando más respuestas que el niño no pidió y que lo confundirán más.
Siempre se debe nombrar adecuadamente  cada parte de nuestro cuerpo, evitando sobrenombres inventados socialmente para no hablar claramente “porque no se debe" ya que esto enseñará a nuestro hijo(a), que la sexualidad es algo malo.

Si no sabemos cómo responder a la pregunta del niño, podemos decir que no conocemos la respuesta pero que la investigaremos y hablaremos de ello más tarde. Siempre que diga esto, debe de explicarle MÁS TARDE, nunca le falle a su hijo para evadir el tema. Se recomienda buscar bibliografía de acuerdo a la edad de su hijo y el tema a tratar, los libros en ocasiones traen ilustraciones que pueden apoyar la explicación. Entre más natural hable del tema más natural lo verá su hijo y le trasmitirá confianza para hablar de cualquier duda que tenga o problema en un futuro.

Ambos padres deben dar las repuestas cuando su hijo planteé sus dudas, evitando pasar al otro padre la responsabilidad de la explicación. Lo anterior porque su hijo se dará cuenta inmediatamente que usted teme abordar el tema e interpretará que es algo malo o inadecuado y que sólo uno de los padres sabe o puede hablar de ciertos temas con él, tal vez porque es el padre del mismo sexo. De esta forma inicia el manejo inadecuado para hablar con nuestros hijos sobre cualquier tema e inquietud que tengan.

Algunos padres postergan hablar de este tema hasta que esté "más grande" y el niño buscará las respuestas en fuentes inadecuadas que en ocasiones lo confunden más o desvirtúan la educación que deseamos para ellos. Otros padres prefieren que sea la escuela, familiares o amigos quienes hablen a sus hijos del tema y aunque lo hicieran de la mejor manera, con esta conducta les estamos trasmitiendo que es un tema malo y que con los papás no se habla de eso.


domingo, 22 de septiembre de 2013

Apego: Vínculo afectivo entre padres e hijos


Apego: Vínculo afectivo entre padres e hijos
La forma en que se vinculan padres e hijos es determinante en la formación de la personalidad del menor.
 


 
El apego es el vínculo que establece el niño con las personas significativas de su vida desde el nacimiento. Es la forma en la que el niño se vincula afectivamente con otra persona de manera intensa por medio de la interacción. El niño desde el nacimiento comienza a relacionarse con sus padres y busca su protección. El apego hace que el menor sepa que el padre o la madre estarán ahí de manera incondicional lo cual le proporciona consuelo y protección.

El apego es el lazo afectivo que se forma entre el bebé y las personas de su núcleo familiar, con el objetivo de buscar el contacto físico y emocional a lo largo de su vida que le proporcione seguridad emocional. Sin embargo, cuando el niño se siente amenazado o inseguro, ésta relación se altera provocando una unión más fuerte en la que el niño no desea separarse de la madre por la inseguridad que siente al estar lejos de ella.

La primera relación de apego que establece el bebé es con la madre por los cuidados y atención que necesita de ella. Dependiendo de cómo se relacione la madre con el bebé y de la seguridad que le brinde, será el tipo de vínculo que se formará entre ellos. La forma en que el bebé aprenda a relacionarse con la madre será determinante en la formación de su personalidad.

Al nacer el apego es inherente en la relación madre - hijo(a). Tenemos necesidades básicas como las fisiológicas (comer, dormir, etc...), de juego y de establecer vínculos afectivos. El apego esta dentro de éste último tipo de necesidad. Los vínculos afectivos son una necesidad que forma parte del desarrollo de un niño recién nacido. Si esta necesidad no es satisfecha, el niño, adolescente, joven o adulto sufrirá de "aislamiento o carencia emocional".


lunes, 2 de septiembre de 2013

Trátame como persona, aunque seas especialista


TRÁTAME COMO PERSONA, AUNQUE SEAS ESPECIALISTA
 




La importancia del trabajo de docentes y de especialistas con los alumnos o pacientes sin dejar de lado los sentimientos de la persona con discapacidad.


Los médicos, maestros y personal de apoyo en escuelas y hospitales están preparados para realizar su trabajo y cuentan con gran conocimiento y experiencia. Sin embargo en ocasiones basarse en dichos conocimientos, puede dejar un poco de lado a la persona, que aunque es alumno o paciente, no deja tener sentimientos y emociones.

Para dar atención a enfermedades y discapacidades, requerimos de todos los conocimientos teóricos de los profesionistas o especialistas. Su experiencia es indispensable para poder dar respuesta a muchas preguntas. Sin embargo, para que el trabajo tenga el resultado esperado y no se afecte la parte emocional de los niños y jóvenes, se recomienda escuchar a los padres, debido a que ellos son las personas que más conocen a su hijo y pueden proporcionar estrategias para el trabajo con los chicos.

Es cierto que la preocupación de los padres en ocasiones interfiere con el trabajo de independencia del menor.  No obstante, si sabemos integrar un equipo de trabajo “especialistas-padres de familia” podemos obtener resultados mucho mejores, debido a que ambos tienen interés en que los niños y jóvenes adquieran competencias que les permitan desarrollar sus habilidades y capacidades al máximo.

En ocasiones con el afán de alcanzar metas, podemos olvidarnos de la persona y de que cada ser humano es único y debemos respetar sus ritmos y estilos de aprendizaje, así como SU PROPIA MOTIVACIÓN PARA APRENDER.

Los médicos y maestros de nuestros hijos son nuestros aliados y  nos enseñaran a conocer mejor a nuestro hijo(a), sobre la discapacidad que presenta, y sobre sus limitaciones que en ocasiones como padres no reconocemos. Si los profesionales y los padres forman un equipo de trabajo, será más fácil entender las emociones de nuestro hijo, y desarrollar las capacidades que tiene, conociendo también las limitaciones, y trabajando en conjunto para que alcance el máximo grado de desarrollo que sea posible.